viernes, 20 de mayo de 2011

Montpon-Ménestérol-Limoges 1995

Transcurría la etapa número 18 del Tour de Francia de 1995, en un 21 de julio. Hacía tan solo 3 días desde que el corredor del Motorola, Fabio Casartelli había perdido la vida bajando el Portet d´Aspet, en la etapa de Cauterets.
 
La etapa siguiente, la de Pau, había sido neutralizada y sus compañeros de equipo, con Frankie Andreu a la cabeza de la etapa y cruzaron en primer lugar la línea de meta, en forma de homenaje hacia el campeón olímpico de 1992, que tenía tan solo 24 años y era padre de un joven niño.
 
Pero el pelotón ya había concedido un día como homenaje, al siguiente de la muerte, y ahora debían proseguir su camino, esta vez, en la etapa 18, camino de Limoges. Al comenzar la etapa el grupo ONCE había intentado dinamitar, de nuevo, la carrera en ese Tour, para hacerle perder el maillot jaune a Indurain. Ese intento de fuga de los integrantes de la ONCE (Zülle no se movió) no fue fructífero, y unos kilómetros más adelante se formó la fuga buena del día. Esta estaba compuesta por Ferrigato, Ekimov, Sciandri, Lelli, Tafi, Dufoux, Bruynell o Armstrong, entre otros corredores de renombre del pelotón.
 
Lance era compañero esa temporada de Casartelli en el Motorola, y se había metido en la fuga simplemente porque el corredor italiano, antes de empezar la carrera, había marcado en rojo en su libro de ruta esta etapa como objetivo a conseguir durante la carrera. Armstrong se metió en la fuga para intentar ganar la etapa, y de esa forma darle el mejor homenaje posible a su compañero de equipo. Pero esta vez el pelotón no iba a regalar nada, si quería obtener la victoria tendría que sudar mucho, y más aún con los compañeros de fuga que tenía.
 
A las 16.35 exactamente fue cuando, a unos 15 kilómetros de meta, Lance lanzó un ataque lleno de potencia y de rabia, con una cadencia de pedaleo que luego sería habitual en él. Ese ataque le dejó solo en cabeza en esos últimos kilómetros. Por detrás, sus compañeros de la fuga no podían hacer otra cosa, sino perseguirlo. Lance marchaba a por la victoria, no por la suya, si no la de su compañero, y ya no lo iban a detener. Llegó a contar con una renta aproximada de un minuto de ventaja, mientras los perseguidores se habían fragmentado y no se entendían en su persecución.
 
Y fue entonces cuando, tras casi 4 horas sobre la bicicleta, Armstrong llegaba al último kilómetro, con posibilidades de saborear del éxito por la etapa y de dedicárselo a su compañero.
 
En los últimos metros, antes de llegar a meta, Lance Armstrong miró hacia atrás un par de veces, y cuando estuvo seguro de que ya no le cogerían, levantó un brazo con el dedo índice señalando hacia el cielo. Le estaba dedicando el triunfo a su compañero de equipo. Luego levantó los dos brazos, y entró por la línea de meta levantado ambos brazos y besando hacia el cielo. De esta forma Motorola le regalaba otro triunfo a Casartelli, pero este ganado en la carretera, a base de coraje, de fuerza, de clase.


Las imágenes de la entrada creo que lo dicen todo y que hablan de la emoción que pudo sentir el americano en esos momentos. Creo, sinceramente, que Lance debe ser alabado por este momento, y no recordado por cosas como la que hoy publican de él en la prensa, acerca de comentarios de ex compañeros suyos, como Hamilton o Landis.



Saludos a todos!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario