martes, 1 de noviembre de 2011

Indurain sufre en Oropa

El Giro d´Italia del año 93 estaba finalizando. El 12 de Junio se iba a disputar su 20ª y penúltima etapa, la última de competición real, con final en el Santuario de Oropa. El día anterior se había disputado la larguísima cronoescalada a Sestriere, que había dejado la general con un inquietante Ugrumov a poco más de un minuto y medio del líder, Miguel Indurain. Esa última etapa real, iba a terminar con la subida al Santuario de Oropa, la cual constaba de 10 kms al 7´1% que incluía zonas de gran pendiente alternadas por falsos llanos. Es decir, que no era una subida que le favoreciese a Miguel.

Delante del grupo del líder, al comenzar esa última subida, marchaba una fuga formada por Ghirotto, Giovannetti, Madouas y Rondón, la cual se jugaría la victoria de etapa con victoria final para el primero de estos, y llegando por detrás los miembros del equipo Mecair, que reventaron la carrera desde abajo.
 
Tras una primera aceleración de Bottaro, fue Moreno Argentin quien se puso a trabajar, para dejar el pelotón reducido a tan sólo el propio Argentin y Ugrumov (Mecair), Indurain (Banesto), Chiappucci y Roche (Carrera) y Tonkov (Lampre). El resto había sido eliminado de la carrera. Incluido Lelli, que se jugaba ser tercero final, puesto con el que peleaba Chiappucci, que quedó eliminado de toda posibilidad de lucha.

A 6 kilómetros para la meta, cuando circulaban por las rampas más duras, el letón Ugrumov lanzó un primer ataque. Indurain salió directo a pegarse a su rueda. El letón estaba crecido y lanzó un segundo ataque, al que Miguel tuvo que hacer un esfuerzo extra y volcarse sobre el manillar para no permitir que el letón se le escapase. Incluso llegó a ponerse en paralelo con el letón para intentar hacerle creer que era invulnerable sus intentos. Pero Ugrumov no tuvo dudas. Un tercer ataque e Indurain no tuvo respuesta posible.

Ugrumov, el veterano de 32 años en el que nadie creía, tenía entregado a Indurain. Faltaban tan sólo 5 kilómetros y el Gigante de Villaba era sobrepasado por el tercero de la general, Chiappucci, y también por Argentin y Roche. Podía sonar la campanada. Pero con mucha sangre fría Indurain sacó la calculadora, ya que sabía que el letón debía remontar nada menos que 1´34" y que a sólo 5 a meta no podría hacerlo, salvo que Miguel sufriese una pájara brutal. Por lo que tranquilamente cogió su mejor ritmo, e incluso permitió a Tonkov cogerle, y de esta forma evitar perder in extremis el perder el Giro.

Como ya se ha dicho, los 4 de la fuga conseguían la victoria de etapa, encabezados por Massimo Ghirotto. Tras ellos, llegaba el letón Ugrumov, a 1´52", siendo 5º en la etapa, seguido por Roche a 1´56", Argentin a 2´01". El tercero de la general, Chiappucci llegaba a 2´22". Tonkov quien había ido los últimos kilómetros con Indurain, llegaba a 2´25" adelantando por tan solo 3 segundos a Indurain quien llegaba a 2´28" del ganador.

Más atrás llegó Lelli, el cual había perdido su duelo por el cajón del pódium con el Diablo al llegar con más de medio minuto de retraso con respecto a él. Ugrumov había tenido al campeón y líder Indurain contra las cuerdas, pero éste supo sufrir y consiguió mantenerse en pie en el último asalto, el más importante de todos. El campeón ganaría aquel Giro por tan solo 58 segundos. De esta forma Miguel defendía con victoria el título conseguido el año anterior, con la victoria más sufrida (en diferencia de tiempo) de todas las que consiguió en su trayectoria en las grandes vueltas.

Tras ese Giro, no volvieron a significar amenaza ninguna por la general ni Chiappucci, ni el gran campeón Bugno y el otro campeón de la carrera, Chioccioli, pero significó la aparición del famoso Gewiss de Bombini, del que tanto se hablaría en los 3 siguientes años, y en él haría su explosión al año siguiente un soviético rubio, de 23 años, que ese año había terminado en el puesto 90 de la general de la carrera, a casi 2 horas y media del navarro. Ese joven soviético no era otro que Evgeni Berzin.


Saludos a todos!!

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