Buenas a todos. Hoy vuelvo a actualizar este blog, esta vez con una de las etapas más míticas que se han vivido en el Tour de Francia.
Se trata, como no, de la mítica etapa de Sestriere que tuvo lugar en el Tour del año 1992, el segundo de Miguel Indurain. Corría la jornada número 13 de la Grande Boucle, 18 de Julio, y se disputaría una maratoniana jornada de 254.5 kilómetros, con nada menos que 5 puertos antes de coronar el italiano puerto de Sestriere.
Chiappucci, un corredor que nunca pensaba en el mañana, atacó casi de inicio, antes del kilómetro 50 de la etapa. Primero marchó en un grupo, aunque coronó en primer lugar en todos los puertos, pero a unos 125 km. a meta decidió atacar para marcharse en solitario, en busca de la gloria en "su" puerto.
Atrás en el pelotón se tiraban de los pelos. Nadie se creía lo que estaba aconteciendo, el diablo había atacado casi de inicio, y a 125 de meta se había aventurado a una locura en solitario. Mientras ellos no conseguían recortarle mucho tiempo y el diablo se mantenía en la jornada como líder provisional, para incomodidad de los Indurain, Bugno o Lemond.
Cerca de Sestriere los favoritos eran los que tenían que dar ya la cara, jugar cada uno sus cartas en busca de la victoria de la general. Por delante Chiappucci seguía en solitario, aunque cada vez más fatigado por su aventura en solitario, y desde el grupo principal había saltado el maillot jaune (todavía no era el líder, pero si el primero de los "favoritos"), el navarro Miguel Indurain, en busca de recortar la distancia que le separaba del italiano.
A dos kilómetros de meta se pensaba que la aventura de Claudio llegaría al final, puesto que el navarro se encontraba aproximadamente a medio minutos de él, pero una gran pájara de Miguel no solo no le permitió alcanzar a Chiappucci, sino que además le hizo ser adelantado por otro corredor en meta (Franco Vona), y relegándolo a la tercera posición de la etapa, aunque conseguía ponerse, por fin, el maillot de líder. Finalmente terminó cediendo 1´45" en meta con el flamante ganador de la jornada.
Y ese flamante ganador no era otro que Claudio Chiappucci, "el diablo", el cual había entrado con letras de oro en la leyenda del Tour de Francia aquel 18 de Julio de 1992. Había completado una aventura de 6 puertos coronando en primera posición, y más de 200 kilómetros en fuga, de los cuales 125 fueron en solitario, en busca de la victoria en Sestriere, delante de su gente.
La imagen se corresponde con la llegada de Claudio a la meta ese día, exhausto tras más de 7 horas y media de pedaleo.
saludos a todos!!!
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