Hoy os voy a hablar de un ciclista francés del cual es muy complicado conseguir algo de información, más allá de la lesión que truncó su carrera deportiva y sus fechas de nacimiento y muerte. Ese ciclista francés no era otro que Roger Rivière, un corredor que comenzaba su carrera a finales de los años 50 del siglo pasado. Para los franceses, en comparación, era como para los españoles Mariano Rojas.
Roger nació el mismo año que aquí comenzó la Guerra Civil, en 1936. En los primeros años de su carrera deportiva, a partir de que cumplió los 20 años, obtuvo varios campeonatos del mundo en persecución, récords del mundo y también victorias tanto en Tour de Francia como en la Vuelta a España. Era, sin lugar a dudas, el mayor talento francés sobre las 2 ruedas, incluso por encima del posteriormente primer quíntuple vencedor de la ronda gala, Jacques Anquetil.
Y la gran oportunidad para Roger se iba a presentar en el Tour de Francia de 1960, en el cual no iba a participar el reciente ganador del Giro, Anquetil, posiblemente el gran favorito si hubiera corrido. No comenzó mal el Tour para el joven Roger (24 años recién cumplidos), puesto que batió su marca del año anterior, consiguiendo la victoria en 3 etapas (el año anterior fueron 2). Pero tuvo un problema con el portador del amarillo desde casi el comienzo de la carrera, su compañero de equipo Anglade. Anglade era el portador de ese maillot hasta que Roger realizó un ataque suicida, que condenó a su compañero de equipo y que dio el liderazgo a Adrianssens, con victoria de etapa para Rivière. El pelotón llegó a unos 14 minutos del los escapados, con Roger a la cabeza de estos.
Con esto, el equipo francés estaba destrozado internamente, pero gracias a la maestría de Marcel Bobot prácticamente no trascendió a la prensa, la cual estaba dividida a medias entre el veterano Anglade o el joven Rivière.
Roger, en la etapa del Aubisque, aun a pesar de desfallecer, consigue salvarla cediendo solo un minuto. En dicha etapa se puso líder el italiano Nencini. El teórico drama francés por la división interna, se tornaba en alegría. El Tour estaba al alcance de Roger, a menos de 2 minutos del líder.
Pero al día siguiente del día de descanso, en un 10 de julio, la tragedia volvió a acompañar a un ciclista en la ronda gala. Era la etapa que acercaba a los corredores a Avignon. Ante cualquier intento de ataque de Roger, Nencini salía pegado a su rueda. No quería dejarle escapar, puesto que consideraba que era su único rival por la general final. En esas que llegaron al descenso de un puerto casi sin importancia, el col de Perjuret.
Nencini había coronado en cuarto lugar, seguido de Roger, cuando el italiano se lanzó en el descenso. Era conocido como uno de los mejores bajadores del pelotón. Roger intentó no quedarse descolgado del italiano cuando en una curva su pedal golpeó con un pequeño muro y salió despedido, cayendo pendiente abajo.
Un compañero suyo, Rostollan, que vio el accidente, levantó rápidamente los brazos, intentando llamar la atención de la gente y del director. Todos empezaron a buscarle, pero no aparecía, aunque si su bici. Tras unos minutos de búsqueda le encontraron. Estaba inmóvil en el suelo. Acababa de fracturarse la espalda, y con ello se había acabado su carrera deportiva.
En sus bolsillos los médicos encontraron analgésicos, al igual que en su cuerpo. Pero Roger culpó a su mecánico y sus frenos, que dijo que no funcionaron. Estos estaban en perfecto estado. Posteriormente dijo que se metió aceite en sus llantas. Más tarde vendió la historia de su consumo de drogas a un periódico, admitiendo que había tomado palfium durante el ascenso de la Perjuret, un analgésico que podría haber afectado tanto a sus reflejos y como a su juicio.
En 1961 se publicó un articulo de un amigo y dietista de Rivière, Brobecker, en que se confirmaba la teoría de que Roger se adormeció con esos calmantes, por lo que al intentar dar al freno, no lo consiguió como debiera.
Roger jamás recupero la movilidad en sus extremidades, viviendo el resto de su vida en una silla de ruedas. Abrió un restaurante, el cual fracasó. Abrió también un garaje, tras ese fracaso, y también un campamento de vacaciones, también de escaso éxito. Roger murió el 1 de abril de 1976, como consecuencia de un cáncer de laringe, cuando llevaba casi 16 años postrado en una silla de ruedas.
Saludos a todos!!
Una vez mas comprobamos que los ciclistas siempre han tomado algo para aguantar la dureza de este deporte. Pero dijo Eddy Mercx una vez: a un burro por muchas vitaminas que le des nunca sera un caballo de carreras.
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