Hoy en el blog no os voy a hablar de ninguna etapa mítica, ni del Tour, ni del Giro, ni de la Vuelta, ni de ningún monumento. Hoy os voy a hablar de la que muchos especialistas han dicho que era la mayor promesa del ciclismo español tras Miguel Indurain, coincidiendo justo en el ocaso del campeón navarro. Digo que era, porque lamentablemente un terrible accidente acabó con su vida y con su progresión en el ciclismo. Os voy a hablar del hermano de José Joaquín Rojas, que corre en el Team Movistar de Unzué.
Mariano Rojas nació en la misma localidad que Camacho, en Cieza, Murcia, allá por el año 1974, el del último Tour del caníbal Merckx. Como casi todos los que terminan siendo deportistas, siempre estuvo ligado al mundo del deporte, practicando desde muy pequeño deportes como el voley o el futbol, hasta que finalmente se dio cuenta que su deporte era el de las dos ruedas.
Ángel Guardiola fue su primer preparador, en la escuela de ciclismo de su pueblo, y vio en él a un corredor con una gran fortaleza física.
Muy pronto se dio cuenta de que tenía un gran futuro y desde la categoría de cadete consiguió sus primeros triunfos, allá por 1989 o 1990, como el Trofeo Interclubs que se disputó en una localidad próxima a la suya, Molina de Segura.
Al año siguiente, por razones de edad, pasó a juveniles. Formó parte del equipo Creamar del Club Ciclista Molinense. Consiguió numerosas victorias ese año, aparte del campeonato regional. Pero realmente un hito de esa temporada hizo que su nombre comenzase a sonar con mucha fuerza. Ese hito fue su 8º puesto en el campeonato de España de fondo en carretera.
Con nada más y nada menos que estas credenciales, Mariano dio el salto al ciclismo amateur. Lo hizo en el equipo Gres de Nules, siendo sus directores Pérez Moya y Montoya. Fue estando en este equipo, en 1993, cuando consiguió un gran número de victorias, más de una decena. Pero fue precisamente en una no victoria donde le echó el ojo Manolo Saiz. Fue en el Circuito Montañés, en donde finalizó en tercera posición. Manolo, quien era director de la ONCE, le propuso entonces el firmar por su equipo y dar el salto a profesionales. Mariano no se lo pensó mucho y antes de cumplir 20 años, ya pertenecía al pelotón profesional.
Fue al año siguiente por lo tanto, en 1994, cuando pasó a formar parte del pelotón profesional. Hizo buenas actuaciones, como en la Vuelta a Murcia, donde siempre que participó terminó entre los 10 primeros, o en el Campeonato de España, donde concluyó en la posición 25. Este fue un primer año de contacto con el profesionalismo, con tan solo 20 años, y lo había pasado con nota. Pero sin duda alguna su gran año fue el siguiente, 1995.
Fue en ese 1995 cuando participaría por primera, y única vez, en el Tour de Francia. Era el ciclista más joven de los participantes de la ronda gala. La idea inicial de su director en la ONCE, Manolo Saiz, era que tan solo solo participase en las 10 primeras etapas, para que tuviese contacto de verdad con el nivel más alto del ciclismo. No hay que olvidar que ese año la ONCE fue con diferencia el equipo más potente del Tour, con Zülle 2º, Jalabert 4º y Mauri 6º en la general final. Pero Manolo tuvo que cambiar de opinión, puesto que las ganas y arrojo, sumado a la fuerza de Rojas, le obligaron a cambiar esa opinión inicial y le dejase seguir adelante.
Se encontraba colocado entre los 10 primeros de la general del Tour cuando llegaron a la etapa en que se subía el Tourmalet, y fue precisamente en una de sus laderas en el descenso donde se acabó el sueño de Rojas en ese Tour. Se cayó y se rompió la clavícula, por lo que tuvo que abandonar la carrera. Aun a pesar de no haber terminado la carrera, fue reconocido con el premio al mejor deportista de la Región de Murcia en ese mismo año, 1995.
Pudo comenzar la temporada de 1996 totalmente recuperado de su lesión del año anterior, y la comenzó con varios puesto de honor en las clasificaciones finales de Mallorca o la París-Niza. Pero como si fuera un presagio de lo que sucedería un mes después, tuvo otra caída, esta vez en la Dauphine Libéré, que le hizo frenar la progresión que había mantenido durante todo ese inicio de temporada.
Una vez recuperado de esta nueva lesión, un viernes 21 de junio de ese 1996, Mariano se dispuso a acudir a la disputa del Campeonato de España. Su Renault 21 se salió en una curva, teniendo un accidente muy grave. El coche quedó totalmente destrozado, dejándole a él muy grave. Dos días más tarde moría en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, debido a una insuficiencia respiratoria. Tenía apenas 22 años recién cumplidos (el 12 de junio), y en esa curva se acaban sus sueños, los de ese gran ciclista que prometía ser y ya estaba siendo.
Y se rompieron esos sueños en un momento crítico, más si cabe, para el ciclismo español, ya que ese año fue la primera no victoria de Indurain en el Tour, y había que buscarle un sucesor digno en nuestro ciclismo. Mariano Rojas, sin duda, lo habría sido, pero un maldito accidente de trafico acabó con esas ilusiones.
Saludos a todos, y pido perdón por no poner ningún vídeo suyo, pero no lo he encontrado, ni yo tampoco tengo ninguno!!
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