martes, 24 de julio de 2012

Atlanta 96: el broche de oro de Indurain

Los Juegos Olímpicos supusieron para Miguel Indurain el inicio y el final de su vida deportiva profesional. Participó en las olimpiadas de Los Ángeles 84, aunque no finalizó la prueba de ruta, y 12 años más tarde, convertido en el número 1 del mundo, volvió a repetir experiencia olímpica, curiosamente también en Estados Unidos, en Atlanta 96, alcanzando en esta ocasión la cima en el Olimpo del ciclismo.

Hasta los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996, en que sí participaron profesionales, tanto en la prueba en línea como en la prueba contra el reloj, el ciclismo había sido un territorio vetado para los profesionales en las olimpiadas. Es por ese motivo de disputarlas solamente ciclistas amateurs, por lo que cada país inscribía a sus más firmes promesas jóvenes. Este era, por tanto, el mejor escaparate posible para esos amateurs participantes, ya que si conseguían brillar durante la prueba, se garantizaban inmediatamente un contrato profesional al concluir los juegos, en una época muy acostumbrada a que en los finales de temporada los jóvenes corredores participasen en alguna prueba, para que tuvieran una primera toma de contacto con los corredores profesionales.
 
Y fueron esos Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84 los que supusieron para Miguel Indurain el dar el salto al profesionalismo, aún a pesar de que no lograse finalizar la prueba en ruta. Sus victorias en el campo amateur no habían pasado desapercibidas para los que serían sus directores, José Miguel Echávarri y Eusebio Unzué, en la estructura del equipo Reynolds, quienes no dudaron en su contratación. Aunque entonces no lo sabía nadie, se iba a iniciar la trayectoria de uno de los corredores más exitosos de la historia después de esos Juegos Olímpicos.

12 años después, un Miguel Indurain en el ocaso de su dilatada carrera, iba a volver a ser parte de la selección española en unos Juegos Olímpicos, debido a la apertura a la participación en los Juegos a los corredores profesionales. Esto iba a permitir a Miguel participar e intentar poner un broche dorado a su carrera, después del fiasco que había sufrido en el Tour de Francia en el que por primera vez en seis años, había sido derrotado por otro corredor. Su idea era la de retirarse después de intentar obtener una medalla olímpica, aunque luego las circunstancias impidieron que la última imagen que quedase de Indurain fuese la de un corredor victorioso, en el cénit de su carrera, y no la que realmente quedó, la de un corredor derrotado y retirándose camino de los Lagos de Covadonga.

El Tour había finalizado el día 21 de julio y las pruebas ciclistas no iban a comenzar hasta 10 días después, el día 31, con la prueba de ruta y 3 días después la especialidad del navarro, la contrarreloj. Tenía, por lo tanto, Miguel unos días para intentar elevar el nivel que había mostrado en el Tour, donde no había alcanzado el máximo de su rendimiento deportivo.

La prueba en ruta de ciclismo tendría lugar el día 31 de julio, y a dicha prueba presentaría España un equipo compuesto por Miguel Indurain y Abraham Olano, quienes competirían también en la prueba contra el reloj, a los que se sumarían Manuel Fernández Ginés, Marino Alonso y Melchor Mauri. A priori un equipo de garantías, salvo para el sprint.
 
Finalmente el equipo se dejó ver, pero no pudieron alcanzar una medalla, quedándose Mauri con un sexto puesto final. Indurain finalizó en la posición 26ª y Olano en la 67ª. Pero la prueba contrarreloj sería otra historia. En ella los máximos favoritos sí serían los españoles, que iban a competir con muchos de los rivales con los que también habían competido días atrás en la última CRI del Tour. Participarían en esa contrarreloj olímpica gente como Boardman, Rominger, Brochard, Jonker, Zülle o Erik Breunkink, además del flamante ganador del Tour, Bjarne Riis, todos ellos partícipes en esa última CRI. Además se sumaría gente como Bryneel, Jalabert o un joven Lance Armstrong, quienes se habían retirado durante la disputa del Tour, o dos grandes especialistas, como Rich y Peschel (este último a raíz de la incomprensible no selección de Jan Ullrich para las olimpiadas por la cabezonería del seleccionador alemán), que habían preparado en exclusiva el evento olímpico.
 
Esa prueba contra el reloj tendría lugar el 3 de agosto, es decir, 3 días después de la prueba de ruta de la que resultó vencedor el suizo Pascal Richard, y se disputaría sobre el mismo circuito de 13.05 kilómetros en que se había disputado la prueba en ruta; un circuito sin prácticamente ninguna dificultad, muy llano, con amplias carreteras y muchas curvas, por lo que no era del todo favorable a los grandes rodadores del pelotón, aunque había un pequeño repecho a mitad de recorrido que resultaría definitivo. Los corredores deberían dar cuatro vueltas a dicho circuito, para completar una distancia total de 52.20 kilómetros.
 
40 corredores fueron los que tomaron parte aquel día de la prueba, siendo los últimos en tomar la salida los españoles Olano e Indurain (dorsales 2 y 1, respectivamente). Los corredores saldrían en 4 tandas de 10 corredores cada una, y se esperaba a que terminase una tanda completa para comenzar con la siguiente.

De la primera tanda de corredores, fue Dariusz Baranowski (ex Banesto o Liberty) quien marcó un mejor crono, siendo este de una hora, 7 minutos y 8 segundos, aunque parecía poco probable que ese crono fuese importante al terminar la jornada. Por centésimas había sido mejor que el de Rich. Pero es que un tercer corredor, Hen Dekker de la segunda tanda, igualaría también ese crono, aunque situándose el tercero momentáneamente. Con este triple empate finalizarían las dos primeras tandas, aunque se esperaba que todos los grandes favoritos mejorasen dicho crono.

La penúltima tanda estaría compuesta entre otros por gente como Jalabert, Zülle, Jonker, Fondriest o un Lance Armstrong que sería quien cerrase esa tanda. Jonker sí que consiguió mejorar el triple empate, y aventajó a los 3 corredores en 14 segundos. Jalabert hizo aguas aquel día y su crono estuvo muy lejos de los mejores. Otro que parecía que haría aguas ese día, viendo sus cronos intermedios, fue el compañero de la ONCE de Jonker, Zülle, pero este demostró su calidad con una última gran vuelta y consiguió un mejor tiempo momentáneo de 1 hora, 6 minutos y 33 segundos. Pero ese registro fue merendado por Fondriest solo unos instantes después. Un Fondriest que apareció por meta con un crono de 1 hora, 5 minutos y 1 segundos. Sus vueltas fueron las mejores de ese día hasta el momento, realizando unos tiempos de paso de 16 minutos y 12 segundos en la primera vuelta, 16´31´´ en la segunda, 16´12 en la tercera y una mejor vuelta en la última, con 16 minutos y 6 segundos. Ese registro empezaba a poner muy cara la lucha por las medallas. El último corredor de esa tanda, Armstrong, se había acercado a los cronos del italiano en los parciales, pero en meta apenas pudo mejorar en 5 segundos el registro que había marcado el suizo Alex Zülle, situándose segundo provisional.

Y llegaría el turno de la última tanda, una última tanda compuesta por Erik Breukink, Igor Bonciucov, Duván Ramírez (5º y 4º el año anterior en el mundial contrarreloj), Rominger, Riis, Boardman, Berzin, Peschel, Olano e Indurain, por orden de salida.

Los tres primeros corredores de esta tanda, rápidamente se quedarían sin opciones de hacer algo importante, ya que al primer paso por meta ya cederían más de un minuto. El siguiente corredor era Rominger, quien se encontraría cerca de doblar a Ramírez en su primera vuelta, pero lejos del mejor crono del día. El vencedor del Tour, Riis, tampoco iba a mejorar los cronos, y cedería 40 segundos con el primer paso por meta de Fondriest.
 
Pero detrás del danés venía como un Boeing-747 el británico Boardman, con una bici de plato único, aspecto fundamental en el desarrollo posterior de la prueba. Su tiempo en el primer paso mejoraba en 21 segundos el conseguido por Fondriest en esa primera vuelta, marcando un crono desorbitado de 15´51´´. Ni Berzin ni Peschel se iban a acercar siquiera al crono de Fondriest en el primer paso por meta, por lo que habría que descartarlos para cualquier tipo de lucha.
 
Solamente Olano e Indurain, de esa última tanda, pudieron acercarse levemente a ese tiempo magistral que había marcado Boardman, cediendo 17 y 18 segundos y siendo 2º y 3º provisional respectivamente con respecto al tiempo del británico.

En la segunda vuelta, antes del llegar al kilómetro 20, el británico seguía aumentando sus rentas. Con respecto al ya segundo clasificado, Indurain, se mantenían las distancias, siendo la desventaja del navarro de 18 segundos, pero la distancia con Olano ya era de 22 segundos y con Fondriest, que ya había terminado su participación, era ya de 29 segundos. Pero ese repecho del circuito comenzaba a afectar al rendimiento del británico, ya que ese plato único le estaba perjudicando de manera notable.
Con el paso por la mitad del recorrido, se pudo observar como Riis o Rominger no iban a poder pelear por medallas, pero el suizo, a diferencia del danés, estaba mejorando sus tiempos, mientras que Riis fue doblado por Boardman. Al paso por el punto cronometrado, Boardman marcaba un registro de 32´11´´, siendo 32 segundos mejor que el que había permanecido hasta ese momento. Berzin entraría hundido por meta y Peschel tampoco podría mejorar los registros, y en el horizonte del alemán ya se podía distinguir la figura de Olano, quien venía recuperando tiempo y en ese punto intermedio cedía solo 15 segundos con un Boardman que parecía perder fuelle conforme avanzaba la jornada.
 
Pero aún quedaba una última figura por aparecer por ese punto intermedio, la de un Indurain que había incrementado su ritmo y se había acercado peligrosamente al tiempo al mejor crono, puesto que pasó con un retraso de tan solo 3 segundos. Le había recuperado 15 segundos en una segunda gran vuelta del navarro.

La tercera vuelta iba a confirmar lo que la segunda vuelta apuntaba. Boardman iba perdiendo fuelle con respecto a sus grandes rivales de la prueba, mientras que Indurain y Olano habían incrementado su ritmo y se habían acercado peligrosamente a sus registros, dando una sensación de mucha mayor entereza que el británico. El ritmo de Miguel iba in crescendo, mejorando sus tiempos a cada vuelta que pasaba, mientras que el del británico había sufrido un bajón importantísimo con respecto al tiempo de la primera vuelta, por lo que en el repecho ya habían invertido el orden de sus posiciones ambos ciclistas.
 
Al paso por la línea de meta Indurain aventajaba en 12 segundos a Boardman y en 20 a un Abraham Olano que estaba a un paso de doblar a Peschel, dejándole sin opción alguna de medalla e incluso de diploma olímpico. El tiempo de Indurain fue de 48 minutos y 15 segundos. La lucha por las 3 medallas parecía prácticamente decidida en ese kilómetro 39, ya que el cuarto corredor clasificado, Fondriest, se encontraba a 40 segundos del primer tiempo, y no tenía forma de mejorar su tiempo, ya que ya su participación terminó muchos minutos antes.

Con esas diferencias llegaron los corredores a la última vuelta al circuito. Rominger había mejorado sus registros y eso le iba a permitir ser el 5º tiempo final en meta, acabando a más de un minuto de Fondriest, pero mejorando los registros del corredor local, Armstrong. Ni Riis ni Breukink iban a pelear por nada, terminando a casi 4 minutos el primero y a 4 y medio el segundo de ellos.
 
Boardman, por su parte, se había equivocado al no poner un plato pequeño en su bicicleta, y eso lo había pagado gastando unas fuerzas que no solo le estaban costando el oro, sino que le estaban dificultando mucho el poder hacerse con la plata. Su tiempo en meta iba a ser de 1 hora 4 minutos y 36 segundos, habiendo realizado en esa última vuelta su segundo mejor crono, pero muy lejos del tiempo de su primera vuelta. Iba a mejorar en 25 segundos el que era el mejor tiempo hasta ese momento en meta, el de Fondriest.
 
El siguiente corredor en hacer acto de aparición por meta debería haber sido Berzin, pero este, al igual que Peschel, había sido doblado por Olano, cobrándose este su pequeña venganza por no haberse podido vestir de amarillo en el pasado Tour, y sería así el español quien llegaría antes a meta. Olano estaba volando, realizando una vuelta brutal, la mejor vuelta que se vio aquel día en toda la contrarreloj. En la recta Olano voló, para establecer un mejor tiempo de 1 hora, 4 minutos y 17 segundos. Su vuelta había sido brutal, de 15 minutos y 42 segundos, nada menos que 27 segundos mejor que el tiempo de la última vuelta de Boardman, que había visto como su renta se había esfumado y le había dejado sin el oro provisional.
 
Pero aún quedaba un último corredor por hacer su entrada en meta, habida cuenta que ni Berzin ni Peschel contaba para ninguna quiniela. Ese corredor que aún faltaba por finalizar era Indurain. Un Miguel que se había guardado un pequeño punto para realizar un fuerte final y poder obtener así el oro. Realizó su mejor vuelta, aunque fue 8 segundos peor que el tiempo realizado por Olano, pero la renta que había acumulado en las vueltas anteriores fue suficiente para culminar su carrera deportiva.

Indurain paró el crono en una hora, 4 minutos y 5 segundos, siendo 12 segundos mejor que el marcado por Olano y 31 mejor que el de Boardman. Solo Fondriest consiguió finalizar a menos de 2 minutos del oro. Con este oro olímpico Miguel Indurain ponía el punto final a su carrera deportiva, cerrando el círculo que abrió 12 años antes en Los Ángeles. Culminaba su exitosa carrera y ponía un broche dorado a la carrera más exitosa de un ciclista español.

Clasificación CRI. Atlanta 96
1- Miguel Indurain (ESP) 1:04:05
2- Abraham Olano (ESP) 1:04:17
3- Chris Boardman (GBR) 1:04:36
4- Murizio Fondriest (ITA) 1:05:01
5- Tony Rominger (SUI) 1:06:05
6- Lance Armstrong (USA) 1:06:28
7- Alex Zülle (SUI) 1:06:33
8- Patrick Jonker (AUS) 1:06:54
9- Dariusz Baranowski (POL) 1:07:08
10- Michal Rich (ALE) 1:07:08
Saludos a todos!!

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