En este blog, en el cual voy narrando grandes gestas de este deporte de las dos ruedas, a veces hay que echar la vista muy atrás en el tiempo. Porque es relativamente muy sencillo documentarse, tanto en cuanto a imágenes y videos como en artículos de prensa, de las gestas de los Indurain, Rominger, Pantani... pero no tanto así con corredores de décadas anteriores. Especialmente esa dificultad se hace mayúscula en nuestro país para tratar de encontrar algo anterior a la creación del equipo Reynolds, a inicios de los años 80.
Pues bien, en ese elenco de grandes gestas y corredores en blanco y negro, no puede pasar desapercibido el primer gran ciclista luxemburgués en el mundo de las grandes rondas por etapas, Charly Gaul, el primer escalador puro que obtuvo la victoria en el Tour de Francia, en 1958.
Pues bien, me voy a remontar a ese año de 1958, en un Tour de Francia que se disputaría en 24 etapas, con un kilometraje total de más de 4300 km.
Discurría la 21ª etapa de dicho Tour, y el líder, Geminiani, partía con una ventaja de más de 4 minutos con respecto al siguiente clasificado, Favero. Gaul estaba mucho más abajo en la clasificación general, y sus expectativas simplemente pasaban por obtener el jersey de líder de la montaña (por aquel entonces todavía no era el jersey a topos que vemos actualmente en la carrera).
Era un día dantesco, con unas condiciones climatológicas muy adversas, con lluvia, en algunas partes del recorrido incluso granizo, y mucho, mucho frío, el pequeño corredor luxemburgués decidió atacar casi a comienzo de la etapa, con el único objetivo, ya dicho, de acumular puntos para la montaña, y arrebatarle dicho privilegio al español Bahamontes.
En el segundo puerto de la etapa ya acumulaba una pequeña renta sobre todos sus seguidores de unos 2 minutos. El posiblemente gran favorito, en la previa del Tour, el francés Anquetil, se estaba hundiendo en la general, mientras que los dos primeros clasificados de la general se encontraban atravesando gravísimas dificultades.
En el siguiente puerto, el Col de Porte, la renta ya señalaban que nos encontrábamos ante un día muy grande, y alcanzaba ya los 5 minutos y medio. En el siguiente, el Cucheron, la diferencia era algo inferior a los 8 minutos. En el Granier, la renta ya estaba muy próxima a los 12 minutos y medio.
A todo esto, Charly Gaul no se encontraba acompañado en su aventura, si no si acaso, tan solo la fría lluvia acompasaba su espectacular rodar.
Esta enorme cabalgada del que llamaban El ángel que amaba la lluvia estaba entrando en los libros de oro de este deporte. Y no era la única ocasión en la que entraría Gaul en la historia por una gesta similar, ya que en el Giro que tuvo lugar dos años antes, también realizó una de similares características.
A la entrada en meta, en Aix-les-Bains, Gaul sacó una ventaja sideral. El italiano Favero, tercero en la etapa, entró a 10 minutos, y el hasta entonces líder, Geminiani, entró 7º en la etapa, a más de 14 minutos, perdiendo el maillot amarillo aquel día.
Aun a pesar de aquella mítica escapada, el luxemburgués no se pudo colocar el maillot de líder hasta 2 etapas después, en la contrarreloj en la cual obtuvo también la victoria.
Se había escrito una de las primeras páginas de oro en el mundo del ciclismo, y dicha hazaña correspondió al luxemburgués que amaba la lluvia. Luego se escribieron otras muchas hazañas, pero muy pocas de la magnitud de esta etapa.
Su vida después de la bicicleta, es otra historia, ni mucho menos tan brillante como sus aventuras bajo la lluvia. Tuvo problemas con el alcohol, como tantos y tantos deportistas, aunque fue capaz de reponerse, trabajar en el museo del deporte de su país, y llegar a la anciana edad de 72 años(2 días le faltaban para cumplir los 73).
El vídeo que cuelgo sí pertenece a Charly Gaul, pero no corresponde al Tour de 1958, del que no hay imágenes, si no a la etapa de dos años antes del Giro, la que transcurría por el Bondone
Saludos a todos!!
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