Nos estábamos acercando al final de un apasionantísimo Giro d´Italia del año 1994. Se iba a afrontar la 15ª etapa, que finalizaba en Aprica y subía los puertos del Stelvio, el temidísimo Mortirollo (el puerto más duro de Europa junto al Angliru) y un insignificante, a priori, puerto de 3ª categoría, el Valico de Santa Cristina. Dicho último puerto no eran más que 6 kilómetros de subida, pero con una pendiente aproximada del 8%.
Al comenzar la jornada, partía como líder el jovencísimo ruso Evgeni Berzin, con Indurain cerca en la general y buscando la preciada maglia rosa y su tercer Giro consecutivo, algo que solo habían conseguido Eddie Merckx y Alfredo Brinda hasta la fecha.
La etapa estaba discurriendo con una gran tranquilidad, subiendo en grupo el Stelvio, sin ningún movimiento entre los favoritos. Pero en esas que se llegó a las primeras rampas del Mortirollo y la joven promesa italiana, Marco Pantani (6º en la general en aquel momento), lanzó un ataque de esos a los que luego nos acostumbraría, pero que entonces no eran conocidos en el pelotón.
Ningún otro corredor del pelotón pudo seguirle, ni lo habría intentado, pero el líder, un chaval que tenía un ego más grande que ninguno otro en el pelotón, decidió responder al ataque y saltar a su rueda. Durante bastantes metros si pudo ir con él, pero finalmente se desfondó, cogiendo una pequeña pájara, y los rivales le fueron adelantando a Berzin. Pantani por su parte iba cogiendo cadáveres de una fuga anterior e iba alcanzando la cabeza de carrera. Como dato hay que decir que marcó el récord en el tiempo de ascensión a dicho puerto.
Tras Pantani ya marchaba el navarro Indurain, con el colombiano “Cacaito” Rodríguez a su rueda, como durante todo el resto de la etapa. Tras este dúo, marchaba un grupo formado por Berzin, siempre liderando su grupo, y con él marchaban entre otros Chiappucci o Belli. Por su parte, gente como Bugno podía despedirse ya de sus opciones en la general, andaba muy retrasado.
Para el llano, Marco, en un movimiento muy inteligente decidió esperar a un mejor rodador que él, como era el caso de Indurain. Se formó de esta manera un terceto en la cabeza de carrera. Pasaron por meta (la primera de 2 veces) con aproximadamente 2 minutos de ventaja con el líder, por lo tanto Miguel se situaba muy cerca de la maglia de líder. Aproximadamente con esas rentas se plantaron a pie del Valico y ahí sufrió un cambio muy importante el transcurso de lo que estaba siendo la etapa.
Pero fue otra vez al inicio de esta subida cuando Pantani, inconformista siempre, decidió atacar, dejando literalmente clavados, a sus dos compañeros de fuga. En poco tiempo abrió una amplia brecha con respecto a ellos, mientras que Berzin les reducía algo de tiempo, aunque no así a Marco.
Indurain iba clavado en la ascensión, con un Pantani ya inalcanzable, a casi un minuto, y el grupo liderado por Berzin acercándoseles peligrosamente. También en el grupo trasero, a menos de 2 kilómetros de la cima, se desataron las hostilidades, con los ataques de los italianos Ciappucci y Belli, dejando totalmente solo a Berzin y su esfuerzo titánico aquel día, por mantener su maglia de líder.
Al final del puerto, coronó en solitario Marco Pantani, con Indurain y Cacaito a casi 2 minutos, y Ciappucci y Belli dándoles con el aliento en el cogote, puesto que se les habían echado encima. Por detrás, Berzin coronó a un minuto escaso de Indurain.
En meta hubo doblete del equipo Carrera, siendo Pantani el primero, y Chiappucci segundo. Estuvieron secundados por Belli. Por su parte, Indurain no solo no alcanzó el liderato, si no que encima vio como en la general se colocaba entre él y el ruso el magnífico escalador que había obtenido la victoria aquel día. Berzin por su parte consiguió salvar la prenda de líder, prenda que no le abandonó ya en aquel fantástico Giro que realizó.
p.d.: Como anécdota contar que los comentaristas que aquel día trasmitieron la etapa para España, en Tele 5, podrían haber abandonado el patriotismo en sus comentarios, y limitarse a narrar lo que estaba sucediendo en la etapa, ya que en la última subida, la del Valico de Santa Cristina, no hacían más que comentar que Indurain tenía buena cara cuando era evidente que no era así, puesto que se estaba quedando cortado y le estaban reduciendo tiempo de forma muy peligrosa desde el grupo trasero.
Saludos a todos!!
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