Un joven veterinario inglés llamado James Moore, fue el primer vencedor de una carrera ciclista, la París-Rouen de 1869, a raíz de la cual surgió la figura del campeón ciclista. Posteriormente se labró un palmarés de cierta magnitud, pero años después se cansó del camino que estaba tomando su deporte, buscando solo el espectáculo sin pensar en sus protagonistas, y prefirió retirarse para dedicarse a su afición, ser veterinario.
Durante el mes de abril del año 1868 un grupo de aficionados a la bicicleta (velocípedos en aquella época) decidieron fundar El Veloce Club de París, siendo Galinier su primer presidente, Moret el vicepresidente y Dufresne el secretario. Un club ciclista que surgió con la idea de promocionar el deporte de la bicicleta deporte en la capital del país. Fue por ello por lo que tras pasar solo un mes desde su fundación, se organizó una jornada para dar a conocer la bicicleta entre el público. En dicha jornada tuvo lugar una carrera, la cual ha pasado a la historia como la primera carrera ciclista, aunque tal hecho puede ser discutible.
Puede discutirse si fue la primera carrera, ya que según testimonios, en 1865 se disputó el Grand Prix de la Ville d´Amiens, u otra carrera que se celebró en diciembre de ese mismo año, cubriendo una distancia de 17 kilómetros, trayecto que separa la Avenida d´Antin de los Campos Elíseos (primera prueba de fondo de la historia). Pero no han quedado registros de dichas carreras, por lo que la organizada por la Compañía de París sería la primera prueba ciclista de la historia.
Así de esta forma, ante la ausencia de pruebas reales de la existencia de esas carreras, la primera de la historia tendría lugar en las jornadas para dar a conocer la bicicleta, organizadas por la Compañía de París, controlada por los hermanos Ollivier que se disputaría el 31 de mayo de 1868 en el Parque de Saint Cloud de París. En aquellas jornadas, de dos días en principio, se celebró una carrera de una distancia aproximada de un kilómetro dentro del parque. En esa carrera tomaron parte varios corredores aficionados, y entre ellos venció un veterinario británico afincado en Francia desde hacía muchos años, James Moore. Con esta victoria pasó a ser considerado como el primer vencedor de una carrera ciclista de la historia, por lo que el Touring Club de Francia decidió colocar una placa con tal honor en el parque, en la que se leía que él era el primer vencedor de una carrera.
De este gran ambiente de ciclismo que supuso esa prueba organizada por los hermanos Ollivier surgió la idea de organizar una carrera mucho más grande. Una prueba que partiese de una ciudad y que llegase a otra diferente, y que además, estuviese abierta a público y participantes internacionales. Las ciudades elegidas finalmente, como punto de partida y de llegada fueron París y Rouen, respectivamente, que estarían separadas por una distancia de 123 kilómetros, algo sobrehumano para la época, puesto que por aquel entonces las bicicletas tenían un peso de casi 30 kilos y no había prácticamente carreteras, sino que en su mayoría había caminos, embarrados por la fecha en la que se disputaría la prueba, y repletos de piedras. La carrera estaría patrocinada por `Le Vélocipède Illustré´, un periódico de la época y por los propios hermanos Ollivier y su marca de bicicletas, las Michaux. La París-Rouen sería la primera prueba internacional de la historia.
De este gran ambiente de ciclismo que supuso esa prueba organizada por los hermanos Ollivier surgió la idea de organizar una carrera mucho más grande. Una prueba que partiese de una ciudad y que llegase a otra diferente, y que además, estuviese abierta a público y participantes internacionales. Las ciudades elegidas finalmente, como punto de partida y de llegada fueron París y Rouen, respectivamente, que estarían separadas por una distancia de 123 kilómetros, algo sobrehumano para la época, puesto que por aquel entonces las bicicletas tenían un peso de casi 30 kilos y no había prácticamente carreteras, sino que en su mayoría había caminos, embarrados por la fecha en la que se disputaría la prueba, y repletos de piedras. La carrera estaría patrocinada por `Le Vélocipède Illustré´, un periódico de la época y por los propios hermanos Ollivier y su marca de bicicletas, las Michaux. La París-Rouen sería la primera prueba internacional de la historia.
La salida de esa primera carrera internacional tuvo lugar en la Plaza de L´Etoile, un 7 de noviembre de 1869, a primera hora de la mañana, en torno a las ocho. A la salida se presentaron nada menos que cien corredores, aunque tan solo pudo finalizar la carrera la tercera parte de los corredores, 34 héroes. El ganador de la misma fue, nuevamente, James Moore, quien tardó aproximadamente diez horas y cuarenta minutos en recorrer los caminos infernales que separaban ambas localidades, llegó aclamado por el público presente ante la auténtica gesta que acababa de acometer. Había aventajando en quince minutos a André Castera y a Bobillier, y en casi cuatro horas a los últimos clasificados, Fortín y Prosper Martín. Moore declararía años más tarde que los días posteriores a su victoria fueron los más felices de su vida.. De acuerdo con esta victoria, al británico Moore se le considera como el primer campeón de la historia, ya que no hay registros de las dos pruebas citadas al inicio del reportaje
Ese gran primer vencedor de la historia era James Moore, que había nacido un 14 de enero de 1849, en Bury-St. Edmunds (Suffolk, Inglaterra), aunque siendo bastante joven tanto él como su familia se trasladaron a vivir a Francia. Siendo aún joven, se mudó a la capital del país, París, con la ilusión de ser veterinario, y con la intención de ampliar sus conocimientos sobre esa materia, para poder desarrollar la profesión. Unos meses después se fue a vivir a Normandía, y en dicha región fue donde se aficionó al mundo de la bicicleta.
Con su victoria en la prueba de Saint Cloud ya había adquirido una cierta fama entre el público, y comenzó a ser conocido como el `Parisino Volador´, pero con su victoria en la París-Rouen le llegó una auténtica fama internacional. Pero su calidad no le detuvo en ese punto, y le llevó a labrarse un palmarés bastante más amplio, consiguiente importantes victorias en el Campeonato de Vésinet (1870), la prueba internacional de Lyon (1873), el Campeonato del Mundo oficioso de la milla (Wolverhampton, 1874), el Campeonato de Francia de velocidad (París-Tullerías, 1875-76) y la prueba internacional de Toulouse (1877), carrera con la que puso fin a su vida deportiva, además de ser un especialista consumado en la distancia de la milla, donde llegó a establecer hasta un total de cuatro récords del mundo.
Pero todas esas pruebas que se había organizado a raíz de la París-Rouen ya no llenaban al espectador, que pedía más espectáculo, y los organizadores estaban dispuestos a dárselo, especialmente al otro lado del Océano, en los Estados Unidos. Surgieron carreras como los Seis Días de Chicago, en 1879, que consistía en pedalear en una pista durante seis días con sus seis noches, de forma individual, sin descanso y sin poder siquiera bajarse de la bicicleta, ya que si lo hacían, el público se encaraba con el corredor y le obligaban a volver a la bicicleta. El propio Moore fue invitado a esta prueba, pero declinó tal invitación espantado al saber en que consistía.
Carreras como esta provocaron que el primer campeón comenzase a coger animadversión por el deporte que con tanto fervor había practicado, pero los caminos de locura por los que comenzaba a caminar el ciclismo obligaron a su retirada y que posteriormente, actuando en buena lógica, las autoridades terminasen prohibiéndolas.
James Moore murió finalmente un 17 de julio de 1935, a la edad de 86 años en su localidad natal de Bury-St. Edmunds. James siempre creyó, y murió pensándolo, que fue el primer ganador de una carrera ciclista de la historia, aunque la investigación de Keizo Kobayashi puso en duda dicho título honorífico.
Esa investigación de Kobayashi determinó, según se publicó en The Boneshaker, que esa carrera de Saint-Cloud en realidad había sido una jornada en la que el programa de festejos reflejaba que se disputarían hasta un total de cuatro competiciones distintas:
1- La primera competición tendría lugar, en ese día 31 de mayo a las 14.30 de la tarde, y esta sería una carera de un kilómetro para velocípedos cuyo diámetro de rueda fuera inferior al metro. En esta prueba tomarían parte hasta siete aficionados, y el vencedor fue Eduard-Charles Bon, que completo el recorrido en 2 minutos y 40 segundos, rodando a un ritmo de 22.5 kilómetros por hora.
2- La siguiente carrera cubriría la misma distancia, pero esta vez para velocípedos de un metro de diámetro. El ganador de la misma sería James Moore, quien se impondría con un tiempo de 2 minutos y 35 segundos y una velocidad de 23.2 km/ a los otros cuatro participantes de la carrera. La medalla que consiguió se puede encontrar en el Ely Museum.
3- La tercera carrera sería la carrera lenta de 50 metros, que contaría con seis participantes y la victoria sería para Durruthy.
4- La cuarta y última carrera sería denominada como La Gran Carrera, en la que los corredores lucharían por la medalla de oro (la de Charles Bon y la de Moore eran de plata). Tres corredores fueron participes de la misma y el vencedor fue Polonini, quien venció con un tiempo de 2 minutos y 33 segundos y rodó a una velocidad de 23.5 kilómetros por hora.
La nota curiosa de estas cuatro carreras, es que hay que señalar que todos los velocípedos de los ganadores de aquel día eran de la misma marca, Michaux.
En atención a este detalle de las cuatro carreras, el primer vencedor de la historia debería ser Charles Bon, o en su defecto Polonini, que fue el ganador de la carrera más importante del día, pero ni uno ni otro reclamaron para sí jamás ese honor, ni siquiera cuando el Touring Club de Francia colocó la placa en Saint-Cloud dedicada a Moore.
Aunque Moore murió considerado como ese primer ganador, para desgracia suya, la entrada del nuevo siglo trajo otros aires a este deporte, y con ellos su memoria y su legado prácticamente cayeron en el olvido, ya no solo de la gente, sino de sus discípulos de la carretera, que prácticamente no reconocían su figura apenas 25 años después de retirarse. Moore, al comenzar el siglo XX ya formaba parte de la Prehistoria en este deporte.
Esa investigación de Kobayashi determinó, según se publicó en The Boneshaker, que esa carrera de Saint-Cloud en realidad había sido una jornada en la que el programa de festejos reflejaba que se disputarían hasta un total de cuatro competiciones distintas:
1- La primera competición tendría lugar, en ese día 31 de mayo a las 14.30 de la tarde, y esta sería una carera de un kilómetro para velocípedos cuyo diámetro de rueda fuera inferior al metro. En esta prueba tomarían parte hasta siete aficionados, y el vencedor fue Eduard-Charles Bon, que completo el recorrido en 2 minutos y 40 segundos, rodando a un ritmo de 22.5 kilómetros por hora.
2- La siguiente carrera cubriría la misma distancia, pero esta vez para velocípedos de un metro de diámetro. El ganador de la misma sería James Moore, quien se impondría con un tiempo de 2 minutos y 35 segundos y una velocidad de 23.2 km/ a los otros cuatro participantes de la carrera. La medalla que consiguió se puede encontrar en el Ely Museum.
3- La tercera carrera sería la carrera lenta de 50 metros, que contaría con seis participantes y la victoria sería para Durruthy.
4- La cuarta y última carrera sería denominada como La Gran Carrera, en la que los corredores lucharían por la medalla de oro (la de Charles Bon y la de Moore eran de plata). Tres corredores fueron participes de la misma y el vencedor fue Polonini, quien venció con un tiempo de 2 minutos y 33 segundos y rodó a una velocidad de 23.5 kilómetros por hora.
La nota curiosa de estas cuatro carreras, es que hay que señalar que todos los velocípedos de los ganadores de aquel día eran de la misma marca, Michaux.
En atención a este detalle de las cuatro carreras, el primer vencedor de la historia debería ser Charles Bon, o en su defecto Polonini, que fue el ganador de la carrera más importante del día, pero ni uno ni otro reclamaron para sí jamás ese honor, ni siquiera cuando el Touring Club de Francia colocó la placa en Saint-Cloud dedicada a Moore.
Aunque Moore murió considerado como ese primer ganador, para desgracia suya, la entrada del nuevo siglo trajo otros aires a este deporte, y con ellos su memoria y su legado prácticamente cayeron en el olvido, ya no solo de la gente, sino de sus discípulos de la carretera, que prácticamente no reconocían su figura apenas 25 años después de retirarse. Moore, al comenzar el siglo XX ya formaba parte de la Prehistoria en este deporte.
Saludos a todos!!
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