Durante la Vuelta a España de 1983, en plena Sierra de Gredos, el que resultaría vencedor de aquella edición, Hinault, se destrozaría la rodilla. Esa lesión hizo que no pudiera acudir al Tour de Francia, del que resultó vencedor quien iba a ser su gregario en aquella edición, el también francés Laurent Fignon. Hinault era la estrella del ciclismo, pues era en aquel momento tetracampeón del Tour, pero acababa de surgir una nueva figura en el pelotón, Fignon, quien además compartía equipo con la estrella.
Ese surgimiento de Fignon, unido a que Hinault quería seguir siendo competitivo y jefe de filas absoluto, supuso que a final de temporada el campeón francés discutiera con el director de su equipo, el genial Cyrille Guimard. Resultante de esa discusión se produjo la ruptura definitiva entre el corredor estrella del equipo, Hinault y el director, Guimard. La emergente figura de Fignon, también tendría que ver en el final de esa relación, pero no sería el motivo más importante, ya que la salud de la rodilla de Hinault, y el deseo de querer seguir siendo jefe de filas único de este, hicieron que Guimard y el campeón francés optasen por separar sus caminos.
Debido a esa separación y por obra y gracia del empresario Bernard Tapie, una de las figuras más oscuras del deporte en Francia, nació el conjunto La Vie Claire, que, como todo lo que tocaba Tapie, sería un proyecto que se haría a lo grande. Casi de forma inmediata, este nuevo conjunto se convertiría en el equipo más poderoso del ciclismo, con capacidad para fichar a los mejores corredores del mercado. La dirección del equipo sería encargada a Paul Köchli, que realmente no tendría ningún peso en las decisiones, y el corredor estrella del equipo sería el ídolo francés, Hinault, que sería quien realmente tomaría todas las decisiones deportivas, por encima de Köchli.
La Vie Claire e Hinault se presentaron a la salida del Tour de Francia 1984 con el único objetivo y deseo de hacerse con el triunfo final, y de paso, igualar el bretón los cinco triunfos en la carrera, como Jacques Anquetil y Eddy Merckx. Pero ese Tour no salió como el galo habría deseado y no pudo hacerse con la victoria en la general final, que volvió a caer de nuevo en las manos de Fignon. Hinault intentó de todas las maneras posibles la victoria, pero no solo no consiguió inquietar al corredor parisino, sino que además casi se ve sobrepasado por un joven corredor proveniente de los Estados Unidos, Greg Lemond, compañero de equipo de Fignon. Apenas un minuto separó al segundo y al tercer clasificado.
Hinault quedó asombrado con el corredor estadounidense y decidió ficharlo para su equipo, el cual no tendría ningún problema para afrontar su fichaje. Finalmente Lemond acabó fichando por La Vie Claire a finales de aquella temporada, seducido por el poder del dinero y seguramente también porque veía el ocaso de la carrera del que sería su nuevo jefe de filas, lo que le hacía verse a corto plazo como líder del equipo, mientras que habiendo permanecido en el conjunto Renault hubiera seguido estando a la sombra de Fignon.
Traición del director a Lemond
La temporada 1985 comenzó con la obsesión de Hinault por hacerse con el quinto Tour, el que le igualara con los más grandes de la carrera. Un más que posible candidato a la victoria final, Lemond, había sido eliminado de una hipotética candidatura, debido al fichaje por su equipo, en donde tendría funciones de gregario en el Tour de Francia. Pero quedaba el que ya era el candidato número uno a hacerse con el Tour, merced a sus triunfos en las dos ediciones anteriores.
Hinault podía no haber vuelto a vencer en París, siendo la sombra del talentoso corredor de la melena rubia y las gafas, pero tuvo lo que es conocida como la suerte de los campeones. Durante la temporada 1985, Fignon sufrió una grave lesión de rodilla, muy similar a la que había sufrido el bretón en la Sierra de Gredos dos años atrás. Esa lesión le haría perderse el Tour, y por lo tanto, con Fignon gravemente lesionado y con Lemond en su equipo, Hinault podía volver al cajón más alto del Tour.
El hecho de la lesión del que era su gran rival revitalizó la carrera de Hinault, que se presentó en el Giro de Italia, venciéndolo con relativa comodidad, aunque las diferencias no reflejasen con exactitud su superioridad. El italiano Moser y Lemond le secundarían en el pódium.
En el Tour se plantó con unas ganas de victoria como no se le recordaba anteriormente. El posible récord le había provocado un alto grado de ansiedad. Esa ansiedad provocó que a la bronquitis que venía padeciendo desde hacía varias jornadas antes, se le uniese una fractura de su nariz, debido a una caída en la 14ª etapa de la carrera, la que finalizaba en Saint Etienne. Esa fractura le pudo haber costado su quinto y último Tour, de no ser porque su mayor rival era su compañero de equipo, y que a este le engañaron en la etapa clave de la carrera.
Aquel 1985 el Tour iba a estrenar un final inédito en Luz Ardiden, en la 17ª etapa, en la que pasarían previamente por el Col d´Aspin y el Tourmalet. El primer vencedor en el puerto pirenaico sería el corredor del Seat-Orbea, Perico Delgado, quien se impondría por 25 segundos al colombiano Herrera. Pero el interés de la jornada no iba a estar en el triunfo de etapa, sino en la lucha del maillot amarillo, Hinault contra su compañero Lemond, y la traición que desde el coche le hicieron a este último.
Lo que sucedió aquel día fue que el líder de la carrera estaba atravesando graves problemas en la etapa, y había cedido terreno con respecto a cabeza de carrera, debido a la nariz rota y a que la carrera se le estaba haciendo larga. A pesar de haber cedido terreno, en la general no habría habido ningún problema de no ser por el hecho de que Lemond se encontraba en ese grupo delantero, y la ventaja que estaba cogiendo le colocaba provisionalmente como nuevo líder de la carrera. Ante ello, para solucionar esta papeleta caliente el director del equipo decidió mentir a Lemond, diciéndole que debía pararse a esperar a su líder, que estaba atravesando problemas. "Me dijo que Hinault venía a 45 segundos, pero cuando el primer grupo perseguidor me alcanzó, comprendí que todo era mentira", declararía más adelante el corredor. En todo momento le hizo creer que su compañero marchaba mucho más cerca de lo que realmente marchaba, y en mejores condiciones.
El enfado de Lemond fue terrible y prácticamente llegó a las manos con su compañero de equipo. Hubo que hacer una reunión de emergencia entre ambos corredores y se llegó al acuerdo que comentaría Hinault en París: "Este año Lemond me ha ayudado a ganar el Tour a mí, el año que viene le ayudaré yo a él".
Tensión en La Vie Claire 1986
Con el inicio de la temporada Hinault iría matizando las palabras que había dicho al conseguir su quinto entorchado: "De acuerdo con ayudar a
Greg, pero en la medida en que él sepa mostrarse digno del jersey
amarillo". La tentación de ganar un sexto Tour, hecho que nadie había logrado hasta ese momento, era demasiado grande para Hinault, quien poseía una ambición insaciable.
La tensión que se fue acumulando en el seno del equipo La Vie Claire era tan grande que al poco de comenzar el Tour, el equipo se rompió en dos bloques, en donde la traición estaba al orden del día. Tal era la tensión y el grado de desconfianza de todos con todos que años más tarde un joven corredor del conjunto francés, Jean François Bernard confirmo que Lemond subía su bicicleta a su habitación, temeroso de que algún miembro del equipo la manipulara.
La primera gran muestra de traición por parte de Hinault con respecto al que en teoría era el jefe de filas, tuvo lugar durante la duodécima etapa, que finalizaba en Pau. Era la primera etapa pirenaica de aquel año, y en ella se impondría Perico Delgado, con Hinault entrando a continuación en meta, aventajando en la etapa a su compañero en más de cuatro mintuos y medio y distanciando a casi cinco y medio en la general, a Lemond. La justificación de Hinault fue que era un movimiento defensivo y que pensaba que su compañero le seguiría fácilmente. Si en aquel momento la tensión se podía observar claramente en el ambiente, al día siguiente podría haberse cortado ya con un cuchillo, debido a que el que era maillot amarillo de la carrera, Hinault, lanzó un nuevo ataque, que puso al pelotón patas arriba. Teniendo que atravesar Tourmalet, Aspin y Pereysourde antes de llegar a Superbagnères, el líder de la carrera lanzó un ataque a la antigua y se distanció del pelotón. Puerto a puerto fue abriendo una considerable distancia con el resto de corredores, con lo que el Tour quedaría visto para sentencia.
Pero la obsesión de Hinault por entrar en los libros de historia le condujo a una pájara en la última ascensión, la de Superbagnères, que aprovechó Lemond, respondiendo de forma contundente al ataque que había lanzado el bretón muchos kilómetros atrás. El norteamericano fue el vencedor de la etapa, y redujo la diferencia con el líder en la clasificación general de casi cinco minutos y medio a apenas cuarenta segundos. El Tour parecía a tiro del estadounidense, pero estaba siendo víctima de una gastroenteritis, e Hinault iba a vender su derrota muy cara.
Desde fuera del equipo nadie entendía nada, pero la prensa disfrutaba enormemente, ya que hacía muchos años que no habían vivido un enfrentamiento así, de dos corredores del mismo equipo. La Vie Claire era noticia día sí, día también. Y si nadie de fuera entendía nada, mucho menos lo hacían desde dentro, en donde tenían que convivir con dos líderes que no se hablaban entre ellos, los cuales tenían la fidelidad de medio equipo cada uno.
Batalla en el Alpe d´Huez
El lunes 21 de julio de 1986 los corredores tendrían que marchar de Briancon a Alpe d´Huez a
través de 162,5 kilómetros, ascendiendo entre medias los puertos de
Galibier y la Croix de Fer antes de la subida final al Alpe d´Huez. La
jornada comenzaba con el nuevo líder, Greg Lemond, el suizo Zimmermann y
el compañero del líder, Hinault, situados en menos a menos de 3 minutos
en la general. Cuarto sería el escocés Robert Millar y en quinta
posición aparecería el español Pedro Delgado, estando estos más alejados
en la general.
En la jornada anterior, la que finalizaba en el Granon, Hinault había quedado muy tocado y había cedido un liderato que ya no recuperaría nunca más. En meta se había dejado más de 3 minutos con el nuevo líder de la carrera, y compañero suyo de equipo, Lemond. El bretón alegó en la línea de meta que su rodilla le había dado problemas, aunque eso no significaba que fuera a darse por vencido y retirarse de la carrera.
En la noche anterior a su equipo en el hotel y les había explicado que había que atacar al día siguiente, ya que no podían consentir que Zimmermann estuviese situado en la general entre los dos compañeros de equipo. Eso intraquilizaba al nuevo líder de la carrera, que había visto como, a pesar de la promesa que le hiciera `el Tejón´ el año anterior, este había atacado día sí día también en aquel Tour.
La carrera comenzó con bastante tranquilidad hasta que llegó el pelotón al Galibier. Una vez en el coloso alpino el ritmo del grupo fue aumentando conforme se acercaban a la cima del puerto. El primero en saltar del grupo sería Lucho Herrera, que sería el primero en coronar la cima, seguido por Wintenberg. En el grupo, a cierta distancia de la cabeza de carrera, sufrían los reiterados ataques de un Hinault que había aislado al suizo Zimmermann y había dejado un grupo muy reducido.
La etapa se estaba poniendo muy cara, y en el descenso se pondría más caro aún, cuando, de forma inesperada atacó Hinault. Lemond le vio las orejas al lobo y en plan kamikaze se lanzó para enlazar con el pentacampeón, seguido de su compañero Bauer y de Cabestany. Finalmente enlazarían con cabeza de carrera antes de afrontar el repecho del Telegraphe (habían subido por la otra vertiente). En dicho repecho Hinault realizaba un nuevo ataque y se fugaría con su fiel compañero Steve Bauer. Si la situación de la carrera hasta ese momento no terminaba de ser corriente, más extraño sería aún cuando en la persecución a Hinault tiraría Cabestany (al que Lemond ofreció dinero) y el propio norteamericano. Por su parte, el segundo de la general, Zimmermann, se había quedado rezagado al iniciarse el descenso.
La etapa se estaba poniendo muy cara, y en el descenso se pondría más caro aún, cuando, de forma inesperada atacó Hinault. Lemond le vio las orejas al lobo y en plan kamikaze se lanzó para enlazar con el pentacampeón, seguido de su compañero Bauer y de Cabestany. Finalmente enlazarían con cabeza de carrera antes de afrontar el repecho del Telegraphe (habían subido por la otra vertiente). En dicho repecho Hinault realizaba un nuevo ataque y se fugaría con su fiel compañero Steve Bauer. Si la situación de la carrera hasta ese momento no terminaba de ser corriente, más extraño sería aún cuando en la persecución a Hinault tiraría Cabestany (al que Lemond ofreció dinero) y el propio norteamericano. Por su parte, el segundo de la general, Zimmermann, se había quedado rezagado al iniciarse el descenso.
En el valle de Maurienne se produjo la neutralización de Hinault, y Bauer, se puso en cabeza del cuarteto e impuso un fuerte ritmo, en el que también daba fuertes relevos Cabestany. Por ese orden cederían ambos corredores al comienzo de la Croix de Fer, dejando en solitario al primer y al tercer clasificado de la general. El ritmo lo marcaría ahora, durante casi todo el tiempo, el corredor francés, quien previamente había realizado un nuevo ataque que había quedado en nada. El ritmo era my alto y ambos corredores coronarían juntos el puerto con más de dos minutos de ventaja con respecto a Zimmermann. Dos minutos que pasarían a ser cuatro tras el descenso y el llano que precedía al último puerto del día.
Cuando los corredores que eran cabeza de carrera llegaron a Bourg D´Oisans, Hinault le dijo a Lemond que estuviera tranquilo, que ya no le iba a atacar más, y en un rasgo de soberbia propio de un campeón le dijo que se pusiera a su rueda durante la subida al Alpe d´Huez. El estadounidense relevó poco durante la subida. Ante el público francés, Hinault
quedaba como un jefe generoso, que se desgasta en favor de su líder. Ambos llegaron a la línea de meta cogidos de la mano, con Hinault cruzando la meta en primer lugar. El mundo del ciclismo aplaudía lo que parecía, gracias a ese gesto, el fin de las hostilidades entre los dos mejores corredores de la carrera. Pura fachada para salvar la imagen del campeón francés.
Así llegaron a meta y dejaban el Tour sentenciado, con triunfo en la general para Lemond y la victoria en la mítica montaña para el francés. Zimmerman sería el tercero aquel día, pero cediendo en meta su segunda plaza de la general y más de cinco minutos. Aquel día, lamentablemente, Perico Delgado se vio obligado a abandonar la carrera debido al repentino e inesperado fallecimiento de su madre. Un Delgado que al comenzar la etapa era el quinto corredor de la general, situado exactamente a ocho minutos del líder de la carrera.
En las últimas horas de ese día Hinault comentaría que el Tour aún no había acabado, ya que faltaba por disputarse una contrarreloj y la etapa del Puy de Dôme. Lemond se quedaba perplejo ante esa declaración de intenciones del pentacampeón, a quien ya poco le importaba su promesa del año anterior de ayudar al norteamericano a vencer en aquella edición como agradecimiento a tu trabajo del año anterior.
Así llegaron a meta y dejaban el Tour sentenciado, con triunfo en la general para Lemond y la victoria en la mítica montaña para el francés. Zimmerman sería el tercero aquel día, pero cediendo en meta su segunda plaza de la general y más de cinco minutos. Aquel día, lamentablemente, Perico Delgado se vio obligado a abandonar la carrera debido al repentino e inesperado fallecimiento de su madre. Un Delgado que al comenzar la etapa era el quinto corredor de la general, situado exactamente a ocho minutos del líder de la carrera.
En las últimas horas de ese día Hinault comentaría que el Tour aún no había acabado, ya que faltaba por disputarse una contrarreloj y la etapa del Puy de Dôme. Lemond se quedaba perplejo ante esa declaración de intenciones del pentacampeón, a quien ya poco le importaba su promesa del año anterior de ayudar al norteamericano a vencer en aquella edición como agradecimiento a tu trabajo del año anterior.
Finalmente en la etapa del Puy de Dôme Lemond conseguiría aventajar en 52 segundos más a su compañero y rival Hinault, compensando así los 25 (se cayó y tuvo que cambiar de bicicleta) que había cedido el día anterior en la crono de St. Etienne.
Lemond se había hecho con su primer Tour de Francia, no sin haber sudado más de la cuenta frente al que un año atrás consideraba su aliado y quien pensaba que le había traicionado durante toda la que debía haber sido su primera victoria, tal y como habían acordado otrora. El cruce de declaraciones no se hizo esperar y Lemond acusó al francés de sabotaje y de no cumplir su palabra, mientras que Hinault dijo que había cumplido en todo su momento su palabra, ya que todos sus ataques habían sido para que Lemond se quedase sin rivales. Lo que Hinault olvidó es que, de no ser por su desfallecimiento en Superbagnères, sería el quien se habría quedado sin rivales y habría ganado su sexto Tour.
Lamentablemente no pudo haber una tercera parte de este enfrentamiento, ya que al finalizar la temporada, y esta vez sí, cumpliendo lo que había dicho tiempo atrás Hinault, se retiraba. A punto de cumplir 32 años, se retiraba en la élite, demostrando que aún podía haber peleado por algún Tour más, aunque difícilmente lo habría conseguido, ya que las nuevas generaciones, representadas en Lemond y Fignon, ya le habían derrotado en la carretera, a pesar de los vanos intentos del francés por evitarlo.
Clasificación etapa.
1- Bernard Hinault (La Vie Claire) 5 horas 3 minutos 3 segundos
2- Greg Lemond (La Vie Claire) m.t.
3- Urs Zimmermann (Carrera) a 5´ 15´´
4- Reynel Montoya (Postobon) a 6´ 06´´
5- Yvon Madiot (Système U) a 6´ 20´´
6- Andrew Hampsten (La Vie Claire) a 6´ 22´´
7- Ronan Pensec (Peugeot) a 6´ 26´´
8- Samuel Cabrera (Reynolds) a 6´ 34´´
9- Pascal Simon (Peugeot) a 6´ 45´´
10- Álvaro Pino (ZOR) a 6´ 48´´
Clasificación General:
1- Greg Lemond (La Vie Claire) 86 horas 27 minutos 11 segundos
3- Urs Zimmermann (Carrera) a 7´ 41´´ 7min 41sec
4- Andy Hampsten (La Vie Claire) a 16´ 46´´
5- Ronan Pensec (Peugeot) a 21´ 34´´
6- Claude Criquielion (Hitachi) a 22´ 27´´
7- Niki Ruttimann (La Vie Claire) a 22´ 37´´
8- Robert Millar (Peugeot) a 26´
9- Steven Rooks (PDM) a 26´ 30´´
10- Alvaro Pino (ZOR) a 27´ 46´´
Saludos a todos!!
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